10 de marzo de 2011

0292- LA GRANDEZA DEL AMAZONAS.

Mirando la foto adjunta, ¿dirían ustedes que esto es un río?. Pues sí, sí... ¡Es el río Amazonas!.
Para empezar cabe decir que el punto de nacimiento más alejado, que se ha encontrado en el curso del río Amazonas, está en los Andes peruanos y a 5.170 metros de altura, lo que nos da una distancia a la desembocadura de 7.020 Km. Esto lo convierte en el más largo del planeta, pero no es ese el único récord que ostenta ya que, él solo, lleva el 20% del agua que circula entre todos los ríos del mundo. No es difícil escribirlo, pero sí lo es imaginarlo. Así mismo y con el nombre de Selva amazónica, se describe no solo al bosque tropical más grande del mundo que habitamos, si no también a una maravilla natural que se reparte nada menos que por cuatro países. Ese es su entorno. Brasil, Colombia y Perú son quienes le cobijan, aunque también Bolivia le entrega todas sus aguas. El Amazonas cobija a su vez cerca de un millar de especies, entre peces y diferentes crustáceos, no digamos ya los miles y miles de diferentes animales que viven en esta selva sin parangón que le acompaña en buena parte de su recorrido.

Decir Amazonas es decir grandeza, de todo. La multitud de afluentes y meandros hace que, en determinados lugares, la distancia entre una y otra orilla alcance los ¡300 Km.!
Ahora, por triste que parezca, la humanidad ha llegado a un nivel de adelanto y mecanización que, si nadie lo remedia, hará posible que esta riqueza natural vaya desapareciendo paulatinamente y acabando, no solo con la vida de todos los miles de especies que allí se cobijan, si no con la propia especie humana. Así somos de salvajes, ¡la gente civilizada!.
La actual preocupación de quienes pueblan este bosque tropical es el anuncio peruano de construir una serie de presas que permitan la fabricación de una electricidad que Brasil necesita y cuyos beneficios precisa el pueblo peruano. ¡Es que todos vamos detrás de lo mismo...!
Poco importa a quienes manejan el cotarro que cientos y cientos de kilómetros cuadrados se inunden, dejando sin casas y sin tierras a las tribus que habitan la zona desde los inicios de la humanidad. ¡Que se las compongan como puedan!

Una sola de esas presas, la primera que se pretende construir, inundará 410 Km2. y tendrá una potencia de 2.200 MW, el doble de lo que produce la más grande de las españolas. Pero detrás de esta presa van cinco más... La locura es que Perú no tiene déficit energético. Más de 4.000 personas sufrirían un desplazamiento hacia destinos que todavía nadie conoce. También más de 100 Km. de autovía Interoceánica quedarían sepultados. Pero no hay problema alguno, dice el gerente de la empresa adjudicataria. Todos quedarán compensados y también se harán cargo de la recuperación de la biodiversidad y del desarrollo humano con la creación de una península ecológica. Para llevar adelante tan extraordinario proyecto, no es que cuenten con 2, ni con 5 millones de euros, no... La empresa "responde", nada menos que con 301.646 euros. (!) Vamos a reirnos, (por no llorar). La península ecológica que prometen será seguramente una piedra dentro de un charco, para que no se ahoguen las ranas...

Más ancho, más caudaloso, más largo y más profundo. Eso es el Amazonas. Casi mirando las aguas del océano Pacífico, nace en los Andes peruanos, recoge las aguas de Bolivia y discurriendo por Colombia baja hacia Brasil, convirtiéndose en frontera tripartita y desembocando en el Atlántico. Todo en él es grandioso. Ya en Brasil se une al río Negro, un caudaloso río de aguas cristalinas que no admiten contacto con el fangoso Amazonas, por lo que discurren sin mezclarse durante más de 200 Km. Su diferencia de temperatura y densidad no lo permite. Exceptuando su extremo occidental, su pendiente es extremadamente baja, hasta tal punto que en 3.650 Km. tan solo salva 106 metros de desnivel. Su caudal medio anual es de 230 millones de litros por segundo, alcanzando los 300 millones en época de lluvias. Su caudal es tan elevado que a varios kilómetros de la desembocadura, cuando la costa ya no es visible desde el océano, el agua sigue siendo dulce. Más de 1.000 ríos son afluentes del Amazonas, de los cuales, alrededor de 250 tienen más de 1.000 Km. de longitud.

El nombre de Amazonas se lo puso su descubridor, el español Francisco de Orellana, después de haber sufrido un duro combate con una tribu de intrépidas mujeres guerreras el 24 de Junio de 1.542. Orellana había nacido en Trujillo en 1.511 y se dice que era primo de Francisco Pizarro, viajando a las Américas con tan solo 16 años.
Segundo en el mando, el 4 de Febrero de 1.541 Orellana salió de Guayaquil con 23 hombres a caballo y llegado a Quito, se unió a la expedición de Pizarro que buscaba tesoros y canela. Contaban con 220 hombres a caballo, armados con espada y rodela, así como 4.000 indios. Llevaban 4.000 llamas para transporte de la carga y abastecimiento de leche, así como unos 2.000 cerdos y buena cantidad de caballos de repuesto. Les acompañaba el capellán Fray Gaspar de Carvajal. Después de más de un año sin resultados y contínuas luchas con las tribus que salían a su paso, habían perdido 140 españoles y 3.000 indios. El 12 de Febrero de 1.542 encontraron el inmenso río, acordando que Orellana siguiera río abajo, mientras Pizarro volvía hacia Quito. Al cabo de siete meses y 4.800 Km. Orellana llegó a la desembocadura el 26 de Agosto de 1.542 y desde allí se dirigió, costeando, a Nueva Cádiz llegando el 11 de Septiembre de 1.542. La expedición había caminado durante 303 días y navegados 243 días, empleando otros 17 en llegar hasta la isla de Cobagua. Allí estaba ya esperándole Pizarro con los 80 hombres que le habían quedado vivos. Orellana partió de regreso a España siendo acusado de traición por Pizarro. Tras ser absuelto, pero falto de medios y permiso, se dedicó a la piratería y regresó al Amazonas donde fallecieron él y sus hombres a lo largo del río, sin saberse el lugar...

RAFAEL FABREGAT

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