21 de julio de 2011

0430- LA CRUCIFIXION DE UN VALENCIANO.


Que no se escandalicen los creyentes puesto que el de la foto, bien claro está, no es Jesús de Nazaret sino uno de los ladrones que le acompañaban. Dicho esto comentar que un servidor no suele romper lanza alguna en favor de los políticos, pues poco o nada cree en quienes ejercen esa profesión aunque, haciendo una excepción, la romperá al final de este escrito. Políticamente tengo mis preferencias, como es natural, y no me escondo en hacerlas públicas, pero también he dicho y repito que pocos de ellos me gustan porque veo demasiados intereses de por medio. Claro está que su presencia es una necesidad, como es la del pastor en cualquier rebaño, pero pocos son los que desinteresadamente ofrecen su vida en pro del bien común y desgraciadamente estamos hartos de ver como la mayor parte buscan más bien escalar peldaños en busca del trampolín que supone la política. No quiere esto decir que cojan (porque no pueden coger) dinero del cajón, como cuatro ignorantes piensan, pero si apoyar proyectos por los que posteriormente se reciben gratitudes de cualquier índole y metálicas también. Sin embargo es vergonzoso que, con todo lo que se ve en este país (por parte de unos y otros) se crucifique a un presidente autonómico como Camps, que ha gozado y goza del respeto mayoritario del pueblo valenciano. ¿Donde está la democracia?. Cuatro imbéciles faltos de información y sentido común gritan ¡ladrón! a su paso pero todos sabemos que, aunque lo de los trajes sea cierto, es mísero grano de arena en el desierto de la honradez. Hasta ahí llega la vergonzosa irracionalidad del ser humano. ¿Es mejor acaso un gobernante incapaz de tomar ninguna solución válida a la crisis, por el solo hecho de que no se le puede probar nada?. 


Desde luego está visto que, para derribar al enemigo, todo vale y la honradez de las personas también. ¿Es que quienes tanto han luchado por eliminar a esta persona de la política, no han recibido jamás favor alguno a las colaboraciones prestadas?. Por cierto... ¿Ha sido ya condenado por el juez?. ¡Que desfachatez y cuanta ignorancia por parte de algunos, que hacen coro a estas tonterías, mientras otros se enriquecen y ellos se quedan sin pan!.
Desnudar a unos para vestir a otros... ¿Qué hacen los políticos por nosotros?. Nadie que haya tenido una mínima cuota de poder puede afirmar que no haya recibido algún regalo por pequeño que este haya sido. ¡Nadie!.
Si tu le das tomates a un vecino lo normal es que, agradeciendo el gesto, éste te dé otra cosa... ¿O no es así?. Pues en el comercio ocurre lo mismo y en la política también. Es lo natural, así de simple. Y van cuatro ignorantes y le tachan de ladrón... ¡Esas lenguas quietas señores, que eso no es robar!. A eso, la gente inteligente y normal le llama agradecimiento y los políticos, cuando se trata de uno de los suyos, también. 


Sin embargo los políticos, que muchas veces viven más de su lengua que de su capacidad para gobernar, cuando eso mismo lo hacen los del "equipo" contrario, buscan otros adjetivos algo más feos. Esta vez le ha tocado la china a Camps pero, por lo que se ha visto en las últimas elecciones autonómicas, no es el pueblo quien le ha linchado. Todos sabemos que ganó las elecciones y por mayoría absoluta. ¿Qué pasa?. ¿Es que todos los valencianos somos imbéciles y nos hemos dejado engañar?. Recuerden que estamos hablando de unos trajes por valor de 12.000 euros. Cantidad que está en contraposición de un bienestar en nuestra Comunidad jamás alcanzado. ¿El ladrillo?. Pues vale, el ladrillo será. ¿Y quien se quejaba por ello tres años atrás?. Cada cual tiene que explotar sus recursos. Nuestra industria actual no es competitiva y la agricultura está abandonada y con razón. ¿Acaso hemos de vivir toda la vida del cuento, a costa de los demás?. Mi opinión es que si aquí tenemos buenas playas y un clima especial, hay que explotarlo al máximo. Días vendrán, a no tardar mucho, en que aquellas gentes asiáticas miserables que apenas tenían un puñado de arroz para subsistir, viajarán a España de turismo y nosotros les serviremos encantados en las terrazas. No es ninguna deshonra, son las cosas de la vida y del mundo.

Nuestros políticos valencianos vieron el tirón del ladrillo y lo aprovecharon para beneficio general. Eso merece un aplauso y no que les tachen de ladrones. Con este rasero de medir, pongo la mano en el fuego que todos los políticos del mundo van al banquillo y el ganado vagando descarriado por la ladera. No me puedo creer que, con la corrupción existente y los problemas que está atravesando el país, la gente pierda el tiempo comentando tales miserias mientras otros hacen y deshacen sin miramiento alguno, beneficiando a amigos, familiares y a ellos mismos. De todas formas yo este proceder del pueblo lo achaco a la ignorancia; lo que me saca de mis casillas es cuando son los políticos, que sí conocen el tema en profundidad, hablan sobre el particular. ¡Es que tienen una cara que se la pisan!. Solo en viajes políticamente injustificados y sus dietas correspondientes, se gastan diariamente miles y miles de euros y nadie dice ni "mu". ¿Y que se dice cuando unos fondos millonarios, concedidos a una cosa, se destinan a otra?.

Y de los del 15-M... ¿qué me dicen?. Cuando gastaban el dinero a espuertas y cada mes su papá les soltaba el sobre para sus gastos, no decían nada. Ahora, que estamos en periodo de "vacas flacas", todo son reclamaciones e indignaciones. Los sobres empiezan a fallar y nadie quiere apretarse el cinturón. Sin embargo que nadie se rasgue las vestiduras por sus reclamaciones, unas veces justificadas y otras banales y faltas de toda lógica. Esto no es otra cosa más que un entrenamiento de lo que se cuece en el caso de que, el próximo año, gane el partido actualmente en la oposición. Es entonces, por si alguien tiene alguna duda de sus verdaderas intenciones, cuando se verá quienes son estos radicales de la izquierda más extrema, que se autodenominan apolíticos. A tales elementos, en tiempos de la II República, se les llamaba anarquistas (aficionados, eso sí, hijos de papá). A elementos de esa catadura, les pondría yo en la "máquina del tiempo" y les situaría unas décadas atrás.

No a los años 60 ni a los 50, no. Les pondría yo en los 40, en pleno ardor franquista, donde se les aplicaría la famosa "Ley de vagos y maleantes". Y quien así habla no es hijo de fascistas, sino de gentes de izquierda todos republicanos convencidos. Sin embargo el niño les salió rana y no le gustan los extremos, a pesar de estar convencido de que (lamentablemente) el "centro" no existe. Ya sé que cada cual tiene su opinión y derecho a expresarla, pero les digo a esos tunantes que también yo tengo ese mismo derecho y aquí queda plasmada la mía.
Se llaman apolíticos... ¡Y una leche!. Trepas que quieren subirse al "árbol del pan", aquel para el que no es necesario arar la tierra. Ninguno de ellos trabaja ni quiere trabajar, ¡pero bien que comen y gastan!. Por lo menos los políticos (no todos) han estudiado una carrera y se han preparado para ejercer dignamente esa función, algunas veces sacrificada, de dar la cara por todos nosotros. Bien pagados si señor pero, cuando desempeñan con entusiasmo y eficacia su labor, poco me parece lo que cobran. En muchísimos oficios, con inferior dedicación, muchos profesionales ganan tanto o más que la mayor parte de los políticos, sin verse expuestos al qué dirán de tanto imbécil como anda suelto.

Porque ¡claro! cuando hablamos de ellos parece que solo estamos pensando en las dos docenas de cabezas visibles en las pantallas de nuestros televisores pero, ¿cuantos miles hay detrás de ellos, en pueblos y ciudades, que apenas ganan un simple jornal?. Esos también ejercen la política. ¿Es que esos no merecen nuestro respeto y consideración?
Cuando cada uno de nosotros va a la verbena popular de un pueblo cualquiera, el 90% de las veces, esas mesas y sillas que allí nos encontramos para nuestro descanso y solaz no las ha puesto un empleado municipal, sino uno de los concejales que se sacrifica por el bien común. Es más, ese alcalde y esos concejales a quienes criticamos por estar después en la mejor mesa de ese baile, normalmente se pagan sus bebidas y seguramente estarían más a gusto con sus amigos en mesa peor situada. Sin embargo están allí, no gorreando, sino sacrificándose por la Fiesta y por el cargo del que nosotros les hemos hecho merecedores.

No me extrañaría que a los bellacos les hubiera salido el tiro por la culata. Al menos la gente de Castellón, hemos ganado con el cambio. Por primera vez, la Comunidad Valenciana tiene al frente a un hijo de la "provincia olvidada". Si actúa, como siempre han actuado los demás, algo se notará en nuestra provincia. En cuanto al tema de la entrada de hoy, rompo una lanza a favor de todos los políticos, sea cual sea el signo del partido que representan, pero solo en la figura de aquellos que luchan por el bienestar general de la población y sin intereses particulares. ¡Aún en el caso de que acepten algún regalito...! La corrupción amigos, no son cuatro trajes, sino otra cosa bien diferente. Otra cosa con la que, mientras unos se mueren de asco, otros ven multiplicado su patrimonio...

RAFAEL FABREGAT

2 comentarios:

  1. ..y cuantos millones de comisión por parte de empresarios se ha llevado en la formula uno,y en la visita del papa o eres un ignorante o te pasas de listo.

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  2. Yo, estimado bocazas, soy un ignorante que solo habla y escribe lo que ve. Y para más ignorancia, firma con nombre y apellidos todo lo que escribe. No como los "listos" que hablan de lo que no saben y encima (cobardemente) lo hacen en anónimo. Así vamos funcionando...
    Que pases un buen día.

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