28 de marzo de 2017

2381- LA MUERTE DE HITLER.

Un diario oculto del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy señala que no hubo ninguna evidencia de que los restos encontrados en el Führerbunker en el que Hitler estuvo escondido los últimos días de la II Guerra Mundial fueran del líder alemán. Desde que Winston Churchill mandara averiguar lo que había sucedido en el bùnker aquellos últimos días del nazismo, la versión oficial nos dice que el führer se había suicidado y sus hombres habían quemado su cuerpo para que los rusos no vejaran el cadáver... Esa es, repito, la versión oficial pero los investigadores pronto dejaron entrever que se había tratado de un engaño y que Adolf Hitler y su flamante esposa Eva Braun, que se habían casado el día anterior a su supuesta muerte, habían logrado escapar. Desde el 30 de Abril de 1945 son muchos los que siempre han pensado que la segunda teoría fue más probable que la primera. 

Diario de John F. Kennedy. 
Ahora, en pleno 2017, el asunto vuelve a recobrar protagonismo puesto que el próximo 26 de Abril se pone a subasta un diario del fallecido presidente norteamericano John F. Kénnedy en el que se asegura que nunca hubo evidencias de que los restos encontrados en el bùnker fueran los del canciller alemán y su esposa. 
Este diario fue escrito cuando Kennedy, con tan solo 28 años, viajó a Europa en Septiembre de 1945 como corresponsal de guerra.
Página del diario que recoge las dudas de Kennedy.
Por cuestiones de trabajo Kennedy fue testigo de excepción de los últimos lugares habitados por Hitler en su periplo por las tierras conquistadas por el Tercer Reich.
Eva Braun conoció a Hitler en Münich cuando tan solo contaba 17 años de edad, pues trabajaba como asistente y modelo del fotógrafo del líder alemán. Un tiempo después empezaron a verse de forma habitual. Desde el primer momento y hasta el último día de su vida, Eva Braun fue leal a las ideas del que sería su esposo, aunque apartada de sus apariciones públicas. Viendo próxima la caída del Tercer Reich, Eva Braun viajó de Münich hasta Berlín para compartir con Adolf Hitler aquellas horas amargas en el búnker de la Cancillería. En la madrugada del día 29 de Abril de 1945, ya prácticamente rodeados por las tropas del ejército rojo, Adolf Hitler de 56 años y Eva Braun de 33, contraían matrimonio civil en el propio bùnker. El pueblo alemán no conoció la boda hasta días después.

Según cuentan las crónicas, tras pasar la noche en el bùnker, Hitler organizó un modesto desayuno con su esposa y hacia las 13:00 del día 30 de Abril el matrimonio se despidió del personal y de los miembros de su círculo más próximo. Un par de horas más tarde varios testigos dijeron haber oído un disparo por lo que, unos minutos después, dos asistentes entraron en aquel recinto y encontraron los dos cuerpos sin vida, tendidos sobre el sofá. Hitler había muerto de un disparo en la sien derecha, mientras Eva Braun había ingerido una cápsula de ácido prúsico, según se corroboró más tarde. Los cuerpos fueron sacados del bùnker por la salida de emergencia, al jardín trasero de la Cancillería del Reich donde se incineraron. Tan solo los huesos de la pareja quedaron sin quemar.

John F. Kennedy de joven.
Cuando los soviéticos encontraron los huesos carbonizados de Hitler y Braun los enterraron secretamente en el departamento de contrainteligencia de la Unión Soviética en Magdeburgo (Alemania) siendo exhumados en 1970 por un equipo de la KGB que incineró nuevamente los restos y tras machacarlos fueron arrojados al río Elba. Eso, al menos, es lo que cuentan las crónicas oficiales. De acuerdo con las anotaciones del entonces reportero Kennedy, después presidente de los Estados Unidos, "no hay evidencia alguna de que los restos encontrados fueran los del führer y su esposa". Esta simple frase, que hasta ahora había pasado inadvertida, abre de nuevo el debate sobre la posible muerte del dictador. ¿Murió Hitler de un disparo en el bùnker el 30 de Abril de 1945, o acaso lo hizo de un resfriado común en cualquier otro lugar del planeta...?

RAFAEL FABREGAT

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